BMW C600 Sport, ¡la prueba!
Cuando hemos ido a conocer éstas dos maxiscooters (BMW C600 Sport y C650 GT), lo primero que nos ha llamado la atención es ¿por qué se llama una 600 y la otra 650?, pues nada tiene que ver con la cilindrada del motor, ambos tienen la misma, 647 cc, los motores son idénticos en las dos versiones, entonces la solución viene de la mano del marketing de la compañía, donde 600 está fuertemente ligado al mundo deportivo y éste es el carácter que quieren darle a ésta versión
Después pasamos a analizarla exteriormente, los carenados de gran calidad, diseño y acabado, hacen una linea muy bonita, sobre todo sport, que es lo que querían en BMW, el guardabarros delantero deja a la vista las barras de la amortiguación, creando un conjunto muy vistoso.
La óptica delantera cuenta con dos faros que en ésta versión contaban con la luz diurna LED (es opcional), se encuentra en los laterales de ambos. Los intermitentes incrustados en el carenado forman parte de la línea, eso sí son algo menos vistosos que los de la GT que se encuentran en los retrovisores. La óptica trasera cuenta con dos intermitentes en el portamatrículas (se ofrece con LED opcionalmente), y una gran luz de freno.
En cuanto al asiento se ve bastante grande para ir dos personas, las estriberas del acompañante son abatibles, no así en el GT, y las dos asas traseras perfectamente diseñadas para ofrecer confort al pasajero y además contribuir en el diseño de la moto. Ahora miramos debajo del asiento hay sitio para un casco y algo más, pero uno de los nuevos trucos de BMW, el flexcase, una «guantera» que se abre cuando tenemos la moto estacionada y nos permite introducir un segundo casco, una idea genial sin dudas, además cuenta con un avisador en el panel que nos indica de su apertura, así que no nos permitirá arrancar con ello abierto y nos avisará en caso de apertura no deseada.
Una vez subidos a la moto el velocímetro analógico y la pantalla del ordenador de abordo está en la posición correcta para no tener que desviar la mirada de la carretera, nos da más información de la necesaria para tener todo controlado, y los mandos nos permiten una posición un tanto más inclinada que en el GT pero nunca llega a ser molesta. Los botones de las piñas son fácilmente accionables y cuentan con el espacio necesario para que no interfieran unos con otros a la hora de accionarlos. La pantalla es regulable manualmente en tres posiciones, nos recomiendan la segunda para el día que hace (nublado y con viento). Por último los retrovisores que aunque parecen algo pequeños pero por la distancia a la que están colocados dan muy buena visibilidad.
Ahora es el momento, ponemos la moto en marcha y comprobamos el tacto del acelerador, nos es fácil encontrar una salida suave por el juego que nos permite al inicio, también comprobamos el tacto de los frenos, el trasero permite hacer lo que queramos a bajas velocidades con la moto y el combinado detiene la moto en un suspiro, veremos a más velocidad que pasa.
Salimos del Jarama y nos dirigimos a Plaza Castilla, por la A-1 dirección Madrid, aquí vamos ya intuyendo las virtudes que posee éste scooter en autovía, aceleración muy buena incluso rozando los límites que nos permite el reglamento de circulación, no se nos queda atrás en ningún momento incluso si tenemos que realizar algún adelantamiento «in extremis», la respuesta es inmediata y llena de potencia, así mismo la frenada sin ser todavía muy exigentes es suficiente, para volver a la fila de motos.
Justo antes de llegar a Plaza Castilla llegamos a una intersección, que en mi opinión es de las más complicadas de Madrid, tenemos que cambiar varios carriles rápidamente entre un gran tráfico de coches, pero la posición elevada que nos da ésta moto nos deja la visibilidad necesaria como para tener controlados a los de delante y por los retrovisores a los de detrás, hacemos un poco de juego acelerador freno y vamos a donde nos interesa, ¡prueba pasada!.
Una vez en Madrid ciudad, sólo nos queda dar la vuelta y tomar la A-1 de nuevo ésta vez dirección Burgos, hacia la sierra de la capital. Ahora es cuando con carretera por delante empezamos a probar que tal los sistemas calefactables, puños y asiento, cuentan con tres modos, automático; que se configura en función a varios parámetros, como son velocidad, temperatura del motor y temperatura exterior, al 100% y al 50%, he de decir que en ésta versión los modos automático y 100% calientan demasiado, sobre todo el asiento, aclaro que ésto es al menos para mi gusto aunque las condiciones de la tarde eran bastante frecas, quizás para otras zonas y otras condiciones se haga necesario, y ésta junto al sistema de la cúpula son en realidad las únicas pegas que le pondría, la pantalla vibra mucho y tras ver el sistema eléctrico de la GT no quieres otra cosa. Para el accionamiento de la calefacción en el asiento del acompañante, existe una botonería propia en su lado derecho.
En carretera de curvas se comporta como una auténtica moto, dejando de lado el carácter scooter, entra y sale de las curvas con precisión y ante cualquier problema el freno combinado nos saca de líos. De éste comportamiento tiene en parte culpa el chasis mixto y el conjunto de suspensión, en ésta versión con una configuración algo más dura lo que la hace mejor para éste tipo de carretera. El ABS no es nada intrusivo y sólo aparece cuando realmente es necesario y más de uno lo habrá comprobado en el badén que hay al salir de Patones.
En cuanto a vibraciones nada que añadir, la moto se mantiene casi siempre en el mismo régimen de rpms lo que nos transmite sólo la vibración justa que nos ayuda a sentir la moto.
La conclusión, una muy buena opción al mundo T-Max y es que en BMW han puesto mucho empeño en mejorar a la competencia. El precio base son 10.900 euros y estará en venta a partir del 14 de abril.
Fotos | BMW, Alejandro Batán (Plusmoto.com)
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